COMUNICADO DEL PCE(R)

El día 1 de marzo se van a celebrar elecciones al parlamento vasco. Una vez más quieren que avalemos con nuestro voto el fascismo coronado y su Estado de la autonomías
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¿Hay solución a los múltiples problemas y lacras que padecemos en el actual marco institucional?. No, evidentemente no. En más de 30 años de farsas electorales, no ha cambiado nada. Al Contarrio. Todos los problemas políticos, sociales y económicos se han agravado, y sin duda, se van a agravar mucho más.

Sigue vigente la Ley de Partidos. Esta ley ha supuesto el encarcelamiento de cientos de personas, la ilegalización de organizaciones y partidos políticos, el cierre de periódicos, la detención de alcaldes y concejales… Y hace apenas unas semanas, la fiscalía anunciaba la ilegalización de dos nuevas formaciones políticas: Askatasuna y D3M; al mismo tiempo, la policía detenía, entre otras varias personas, a la periodista Amparo Lasheras, cabeza de lista de Araba de D3M.

Hay casi 1000 presos políticos comunistas, independentistas, anarquistas y antifascistas. Se detiene y encarcela a obreros y jóvenes por salir a la calle a exigir mejores condiciones de trabajo y más libertades. La tortura es una práctica habitual en comisarías, cuartelillos y prisiones.
Sigue actuando el tribunal de excepción de la Audiencia NAZIonal que persigue a toda oposición política contra el orden constitucional vigente.

Están proscritas la libertad de expresión, manifestación, reunión y huelga.

Niegan el derecho de autodeterminación de Euskal Herria, Catalunya y Galiza.
A esto hay que añadirle la agravación de las condiciones de vida y trabajo provocada por la crisis: despidos masivos, más de 4 millones de parados en el conjunto del Estado (más de 100.000 en Euskal Herria), multiplicación de cierres patronales, de expedientes de regulación de empleo (ERE), de asesinatos laborales…, aumento de la sobreexplotación de los trabajadores, de la precariedad y de los contratos basura y criminalización sistemática de las luchas obreras.
Frente a esta situación, la única salida real es la República Popular y el socialismo. Sólo en esta perspectiva podremos arrancar las libertades democráticas que están en el sentir de todos: amnistía, derogación de la Ley de Partidos, disolución de la Audiencia NAZIonal, derecho de autodeterminación, libertades políticas y sindicales plenas, recuperación y dignificación de la memoria histórica, mejora de las condiciones de vida y trabajo. Lo demás es crear falsas ilusiones, hacer el juego al enemigo y desarmar a la clase obrera y a las masas populares. Hay que aislar al régimen en todos los terrenos, también en el terreno electoral. Hay que boicotear esta nueva farsa electoral.

Tenemos que organizarlo: hacer reuniones con las personas más conscientes y asumir compromisos en torno al boicot: extender la consigna, promover asamblaes en nuestros centros de trabajo y estudio y en los barrios obreros y populares, reventar sus mítines e incluso las urnas.