VALLEKAS CONTRA EL FASCISMO
Hace unos días en el barrio de Tetuán, un vigilante de seguridad de Metro asesinó de dos disparos en la nuca a Luis Carlos Polanco, un joven de 23 años dominicano cuando regresaba a su casa.
El sábado 28 de marzo, la ultraderecha pretende manifestarse en Vallekas, barrio obrero y multicultural de donde era nuestro compañero Carlos.
Hace unos días en el barrio de Tetuán, un vigilante de seguridad de Metro asesinó de dos disparos en la nuca a Luis Carlos Polanco, un joven de 23 años dominicano cuando regresaba a su casa.
El sábado 28 de marzo, la ultraderecha pretende manifestarse en Vallekas, barrio obrero y multicultural de donde era nuestro compañero Carlos.
Esta provocación a tod@s l@s trabajadores/as cuenta con la permisividad de las instituciones que mediante la Delegación de Gobierno autoriza que organizaciones de carácter racista puedan manifestarse por nuestros barrios. No debemos olvidar que hace más de un año Carlos fue también asesinado por un racista, ahora se acerca la fecha del juicio y no debemos bajar la guardia ante la búsqueda de protagonismo de aquellos, tenemos que ser conscientes de la importancia de continuar la lucha, sabiendo que estos grupos cuentan con la permisividad de las instituciones, que desde las empresas de comunicación se compara, continuamente, la lucha de clases con reyertas entre bandas y que, mientras tanto, la izquierda reformista mira hacia otro lado en su búsqueda de ganar votos a costa, entre otras cosas, de ningunear el trabajo del antifascismo revolucionario.
Son muchos los ejemplos de comportamientos racistas con los que convivimos diariamente: vigilantes de seguridad grabando las palizas que dan, redadas policiales contra la población inmigrante en barrios obreros, agresiones xenófobas por grupos de extrema derecha… los planteamientos equivocados a los problemas de nuestro entorno se extienden rápidamente generando confusión, sobre todo entre la juventud. Ante una situación de paro creciente, de precariedad laboral y de intranquilidad económica, son los grupos fascistas, como al que pertenecía el militar que mató a Carlos Palomino, entre otros, los que tratan de hacerse un hueco intentando calar con un discurso racista en la sociedad; buscando la división por raza entre colectivos con iguales intereses y una misma lucha.
Son muchos los ejemplos de comportamientos racistas con los que convivimos diariamente: vigilantes de seguridad grabando las palizas que dan, redadas policiales contra la población inmigrante en barrios obreros, agresiones xenófobas por grupos de extrema derecha… los planteamientos equivocados a los problemas de nuestro entorno se extienden rápidamente generando confusión, sobre todo entre la juventud. Ante una situación de paro creciente, de precariedad laboral y de intranquilidad económica, son los grupos fascistas, como al que pertenecía el militar que mató a Carlos Palomino, entre otros, los que tratan de hacerse un hueco intentando calar con un discurso racista en la sociedad; buscando la división por raza entre colectivos con iguales intereses y una misma lucha.
En una situación económica que cada día va a peor, y con un futuro incierto, no podemos ser l@s que menos tenemos l@s causantes de la situación actual, independientemente de nuestra raza y color de piel.
Debemos fijar nuestro objetivo en señalar a l@s verdader@s culpables capitalistas, banquer@s y polític@s que se lucran a costa de nuestro trabajo y pretende que seamos l@s trabajadores/as quienes paguemos su crisis, una crisis que ell@s mism@s han provocado y de la cual todavía se benefician.
En estos momentos la crisis no afecta sólo al terreno económico, también es una crisis ideológica, cultural y social, por eso la respuesta de una sociedad consciente debe basarse en la unidad entre l@s trabajadores/as, sin importarnos su lugar de procedencia, y en la lucha contra el capitalismo; asumiendo el antifascismo y el antirracismo como luchas necesarias para una sociedad libre y más justa.
Por ello, invitamos a toda la gente, a tod@s l@s que día a día sufrimos la explotación capitalista, ya sea en forma de agresiones racistas, mediante hipotecas, paro, precariedad laboral o perseguidos por no tener papeles, a CONCENTRARNOS el Sábado 28 de marzo en el Puente de Vallekas a las 16 horas para demostrar que no queremos racistas en las calles, ni en Vallekas ni en ningún otro barrio obrero.
NI OLVIDO, NI PERDÓNCONTRA LA CRISIS, L@S TRABAJADORES/AS PRIMERO
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