No olvidan porque no quieren. Porque no pueden. Alrededor de 3.000 personas alzaron ayer su voz para recordar la matanza del 3 de marzo de 1976 en la iglesia de San Francisco de Asís de Zaramaga.
Una pancarta en la que se podía leer el lema Justicia, verdad, reparación y contra la crisis recorrió ayer la calles de Gasteiz precisamente el día en que se cumple el XXXIII aniversario de la que fue sin duda la jornada más negra vivida nunca en la capital alavesa, cuando la policia armada dirigida por Manuel Fraga asesino a 5 obreros.Francisco Aznar, Pedro María Martínez, Romualdo Barroso, Bienvenido Perea y José Castillo son los nombres de esos 5 trabajadores asesinados por una policia armada que disparo a quemarropa cumpliendo en una practica habitual durante la gestion del ministro Fraga, otros cientos resultaron heridos en plena jornada de huelga durante la intervención policial ordenada por el que ahora es presidente honorífico del PP, Manuel Fraga. Todavía sigue vivo, sin embargo, el espíritu de la lucha obrera, que no ha sucumbido al paso del tiempo, como tampoco los intensos esfuerzos por impedir que aquella tragedia se borre de la memoria colectiva.
Más de tres décadas después continúa viva la llama que se encendió tras la matanza acaecida en el templo católico del barrio obrero por antonomasia.
Desde entonces, cada 3 de marzo, la Asociación de Víctimas que lleva el nombre de estos sucesos sale a la calle para no olvidar, pero sobre todo para reivindicar.
Todos sus esfuerzos están puestos en el esclarecimiento de la verdad y en el reconocimiento de la barbaridad ocurrida, y también en que puedan recibir la indemnización que les pertenece.Ayer, sin embargo, todos los actos de homenaje previstos difundieron además en plena crisis un mensaje sindical dirigido a la unidad de los trabajadores. No en vano, en plena manifestación, pancartas con el nombre de empresas en crisis o bajo los efectos de los múltiples ERE en curso surgían entre el gentío -Arregui o Recitel, entre otras-.
Entre tanto, la Asociación de Víctimas del 3 de Marzo aprovechó la jornada para recordar la necesaria recuperación del espíritu que surgió en 1976 para enfrentarse a la "ofensiva que ha desplegado la patronal" aprovechándose de la recesión económica que atraviesa la sociedad. El colectivo insiste en que se está viviendo una "situación de precariedad" incluso peor que la sufrida aquel 3 de marzo, por lo que aboga por recuperar el espíritu de lucha que demostraron los trabajadores hace 33 años.
Precisamente ésta fue también la lectura que se desprendió del acto celebrado por la mañana en la plaza del 3 de marzo, donde simpatizantes de LAB protagonizaron la tradicional ofrenda floral a las víctimas. La secretaria general del sindicato, Ainhoa Etxaide, apostó por dar este paso, el de convocar una jornada de huelga general, que permita "abrir una nueva fase" en la lucha por los derechos de los trabajadores mediante la movilización social. "Está claro que este cambio no va a venir desde la clase política", declaró.
Otro capítulo que sigue sin resolverse, y que ayer estuvo presente en la manifestación que partió a las 19.00 horas desde la plaza del 3 marzo, y que contó con el apoyo de los sindicatos ELA, LAB, ESK y STEE-EILAS, es el de las indemnizaciones.
Las víctimas de los sucesos de Zaramaga criticaron el decreto que prepara el Gobierno foral basándose en la Ley de Solidaridad con las Víctimas del Terrorismo.
Según manifiestan, la normativa planteada por la Diputación alavesa adolece de los mismos problemas que la Ley de Memoria Histórica en lo que a resarcimientos se refiere, ya que resulta "incompleta".
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