domingo, 2 de noviembre de 2008

SALUDAR EL DÉCIMO ANIVERSARIO DE LA UNIÓN OBRERA COMUNIS(MLM)






















Hace 10 años vio la luz Revolución Obrera, órgano de expresión de la Unión Obrera Comunista (marxista leninista maoísta) y voz de los explotados y oprimidos de Colombia. Luego de casi 30 años de ausencia de una prensa obrera, la Unión escogió a Revolución Obrera como la herramienta principal de todo su trabajo… para construir el Partido de la Clase Obrera en Colombia, tarea central del presente período de la revolución, desatando una ofensiva ideológica, política y organizativa en torno a la discusión programática, para contribuir a la liberación del pueblo colombiano de las cadenas de la explotación capitalista y de la dominación semicolonial imperialista.



Pues bien, contrariando a los “amigos” que nos auguraban un rotundo fracaso y nos proponían otras “alternativas”, como aliarnos a las Farc y dedicarnos a la “guerra” y contribuir a las “negociaciones de paz” en el Caguán, o de resolver el problema del Partido juntando a cierto círculo selecto de intelectuales en una “Conferencia de Cuadros”, o de lanzarse a la “guerra popular” porque esa era la forma de “construir el partido en medio de la guerra”, o del “sabihondo” intelectual malsano, que para desanimar a los obreros les planteara el falso dilema de “¿un periódico para hacer un partido ó, un partido para hacer un periódico?”… contrariando toda esa corriente oportunista, sectaria y organizacionista y desechando esos cantos de sirena, la Unión se empeñó en la difícil tarea de publicar Revolución Obrera, que empezó saliendo cada mes, luego pasó a ser un quincenario y ahora estamos luchando por convertirlo en semanario, en la perspectiva del diario de la revolución. Hoy podemos comprobar la falsedad de los “amigos” y decir que todos esos “caminos rápidos” que proponían fracasaron y estábamos en lo correcto. Pero además, orgullosamente, podemos decir que pese a sus afugias, Revolución Obrera es el único periódico político proletario en Colombia y el único que se sostiene íntegramente con el apoyo que le brindan las masas. La clase obrera cuenta por fin, nuevamente, con su propia voz independiente y diáfana.



¿Pero qué se propuso en concreto Revolución Obrera? ¿Cuál es el balance de diez años?



En la lucha por la unidad de los comunistas auténticos, Revolución Obrera se propuso no descansar en la propaganda y explicación de nuestro Proyecto de Programa, combatiendo los programas dogmáticos que no tienen en cuenta la realidad económico-social, demostrando la falsedad de los programas oportunistas que renuncian a los intereses máximos del proletariado, rebatiendo los programas e ideas burguesas que desmoralizan y engañan a la clase obrera.



Y como producto de explicar el programa a través de los miles de hechos concretos que brinda la realidad y de combatir los programas oportunistas y sectarios de los demás grupos y partidos, el Programa para la Revolución en Colombia, ha demostrando su vigencia como marxismo vivo y, lo más importante, ha sido acogido por la vanguardia obrera y hoy es defendido por importantes sectores del proletariado, que lo utilizan como su guía para encontrar soluciones revolucionarias a las miles de contradicciones que desgarran la sociedad y la empujan a la revolución socialista.



Basada en su profunda confianza en la masas como las verdaderas protagonistas de la historia, Revolución Obrera se propuso, no ser su voz pasiva o un mero eco de su rebeldía, sino además, fundir las brillantes ideas del socialismo con su movimiento espontáneo y contribuir a explicarle a las masas de obreros y campesinos pobres las causas de su situación, a crearles conciencia sobre su papel como fuerza que sostiene la sociedad con su trabajo, y a educarlas y organizarlas para que puedan cumplir la misión histórica de destruir el actual poder político del Estado en manos de la burguesía, los terratenientes y los imperialistas, y de dirigir la sociedad hacia el socialismo y el comunismo, apoyadas en la Dictadura del Proletariado, nueva forma de Estado sostenida y ejercida por las masas de obreros y campesinos armados.



Igualmente, convencida de que la prensa es un arma para la lucha política, para la lucha por el poder del Estado, Revolución Obrera, luchando contra la corriente, llamó desde el principio a oponerse a la paz mentirosa de los ricos, a la vez que ha denunciado con valentía la guerra contra el pueblo, llevada a cabo por militares, paramilitares y guerrilleros; durante su existencia y sobreponiéndose a los más feroces ataques de los demagogos, ha denunciado la alharaca burguesa, pequeño burguesa y oportunista de la defensa de la dictadura de los ricos disfrazada de “Estado social de derecho”; así mismo y pese a sus escasas fuerzas, ha intervenido en todas las farsas electorales con una posición revolucionaria de combate al abstencionismo político pero de diferenciación también de los cretinos electoreros; pero sobre todo, ha señalado en cada uno de sus números, el objetivo inmediato de la lucha política de la clase obrera y las masas populares: destruir con la violencia revolucionaria, con la guerra popular, con la insurrección armada, el poder político de las clases explotadoras.



Todas esas profundas ideas que los pequeñoburgueses y oportunistas han rechazado como radicalismo inútil, han ido prendiendo en las masas desilusionadas de los politiqueros y de los revisionistas armados, quienes sólo aspiran a ponerle remiendos al viejo y podrido Estado de los explotadores para salvaguardar la propiedad privada de los ricos holgazanes y perpetuar la explotación asalariada. Y en esa lucha sin cuartel contra el oportunismo de todos los colores, la idea de la necesidad de un nuevo Estado de obreros y campesinos, ha dejado de ser una bandera general de los comunistas para erigirse en consigna de lucha inmediata de importantes sectores de las masas populares.



Convencida de que la fuerza principal de la revolución socialista en Colombia es la alianza obrero-campesina, Revolución Obrera se comprometió a promover la unión de las luchas de los obreros de la ciudad con la lucha de los campesinos pobres, empezando por aliarse para enfrentar el terrorismo de Estado y la guerra contra el pueblo, y para frenar la arremetida de los explotadores contra los pobres del campo y los esclavos asalariados en las ciudades. Hoy, por miles de lasos esa alianza estratégica se viene construyendo y toma cuerpo, no sólo en la Plataforma de Lucha que enarbolan los Comités de Lucha, sino también en los combates que libran campesinos, indígenas y obreros, y cuya expresión más nítida se manifiesta en el apoyo generoso a la huelga que libran los proletarios de los ingenios en el suroccidente del país.



Combatiendo el prejuicio de los pequeño burgueses ahítos, quienes consideran inútil la lucha de resistencia, y a la vez convencida de la necesidad de que las masas sindicalizadas superaran la mordaza y la dispersión impuestas por las camarillas patronales de la CUT, CTC y CGT, Revolución Obrera se propuso contribuir a unir en una única lucha de clase, las luchas de las masas obreras, transformando las organizaciones sindicales en verdaderas organizaciones al servicio de los proletarios y en escuelas de socialismo, proponiendo la reestructuración del movimiento sindical en la independencia de clase, proceso que debe culminar en la creación de una Central Sindical Independiente que marche de la mano del Partido de la Clase Obrera.



Hoy, ante la acogida que ha tenido esta idea entre las masas, porque se corresponde con la necesidad y la tendencia de la lucha de la clase obrera, hasta los oportunistas de viejo cuño han acogido la palabra reestructuración para salvar el cascarón vacío de la CUT y muchos de los socialdemócratas, que por más de dos décadas defendieron la conciliación y la concertación de clases, vuelven ahora a hablar de lucha de clases y de contradicciones de clase. El viejo sindicalismo amarillo, leguleyo, patronalista y concertador está en crisis y es repudiado cada vez más por las masas que se inclinan por el sindicalismo independiente, por las vías de hecho y la lucha revolucionaria.



Pero todos esos méritos serían vanos y superfluos, o más bien, no hubieran sido posibles, si esta prensa no hubiera sido fiel al internacionalismo proletario, si Revolución Obrera no hubiera hecho valer en Colombia los intereses del proletariado mundial. Por ello, se comprometió a informar sobre las luchas de nuestra clase en otros países y a promover el apoyo internacionalista, así como a contribuir a la construcción de la Internacional Comunista de nuevo tipo.



Y cumpliendo con su deber internacionalista, las páginas de esta prensa han dado cuenta de los más importantes acontecimientos mundiales y, especialmente, de la construcción de la Internacional. No por casualidad Revolución Obrera fue el primer órgano comunista que se pronunció frente a la traición en Nepal, anunció la bancarrota del Movimiento Revolucionario Internacionalista, con su silencio cómplice frente a la traición prachandista y llamó al proletariado revolucionario de todos los países a marchar hacia una nueva Conferencia Internacional de los marxistas leninistas maoístas, que desbroce el camino hacia la Internacional Comunista, como instrumento principal de la Revolución Proletaria Mundial.



Hoy, a 10 años de ver la luz esta prensa obrera, puede decir orgullosa que gracias a la corrección de su línea proletaria revolucionaria, a la firmeza en la defensa de la verdad y a su incansable trabajo, marchamos a una nueva Conferencia Internacional de los comunistas y a un Congreso de Partido, en el combate al oportunismo de todos los matices y, especialmente, en la lucha contra el régimen criminal de Uribe Vélez, a través de la preparación y organización de una gran Huelga Política de Masas que ponga freno a la arremetida de las clases dominantes y sirva de escuela para la lucha por la revolución socialista, cuyas condiciones maduran en todos los países, en medio de los estertores de la crisis que sacuden el fétido y moribundo sistema imperialista

mundial.



Comité Ejecutivo

Unión Obrera Comunista (mlm)

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